¡Que frustrante! El ataque de los bots y cómo me superó la tecnología! ¿¿Que si las frustraciones ganan?? Claro que sí, cuando te sientes bloqueada y sin salida porque la tecnología es tan invasiva, que no alcanzas a hacer un "upgrade" de conocimientos cuando ya hay una versión 2.0 de cualquier cosa que no alcanzaste a reconocer, y te ves en un loop continuo, código 508 de las tres W (de qué se hace, cómo se hace, quién me ayuda). Definitivamente para los jóvenes que han crecido educados por la IA esto es casi como cambiarse los calcetines (¡verdad que ahora casi no se usan oops!) no les significa ningún esfuerzo actualizarse a la versión 3.0 de cualquier app. de moda. Tenía mi web y mi lindo Blog en una plataforma de pago súper top, pero los vaivenes de la economía afectan a todo el mundo y los dólares hoy en día están en una “roller coaster” y te arrastran junto con ellos, así que yo, muy confianzuda me dije:  ¡me voy no sé si volveré! Y dejé atrás mi linda web tanto sofisticada, como cara. De camino al auto administrable, ja! Decidí tomar un curso de diseño web y todo lo que implica y hacer una web a mi medida " auto - administrativamente" me dije (¿se lee grande no?) decorada como novia, alegre colorida con blog y todo lo que se te ocurra, siempre siendo práctica y objetiva, porque no se trata de una página festiva, sino de una seria y profesional, pero con mucho "charme", así como pintarse las uñas en un salón de esos caros de asientos de cuero blanco y aroma a orquídeas o sea ¡la muerte!. Me atreví a aprender WordPress obviamente a pasos de infante, el caso es que aprendí básicamente a confeccionar una página web, hermosearla como un jardín y llenarla de cosas gorditas y bonitas…me sentía feliz empoderada e invencible, además de haberme ahorrado unos cuantos machacantes… ¡hasta que me atacaron los suscriptores spam! Y empezó el ataque de los bots! Esos enanos de antifaz se meten en tu web, se registran como termitas en el árbol de mi jardín, con árbol me refiero a mi web, y me entró una desesperación tecnológicamente hablando, porque con mis (ahora lo sé) rudimentarios conocimientos me están dejando en la versión beta 1.0. Les menciono esto porque a pesar que podría pagar un servicio profesional de diseño web y pagar y pagar que el mundo se va a acabar, pero como mujer tengo mi cuota de orgullazo que no me deja dar por vencida, será el carnero híbrido que llevo como signo zodiacal que me obliga a ser perfeccionista y obcecada, seguí en mi intento de corregir ese molesto registrarse de enanitos con antifaz. Así que como buena investigadora me aboqué a ello, y la consecución de objetivo, cual guerrera espartana me lancé a las fauces de la red con todo y calcetines a luchar contra el ataque de los bots! Buscando el santo grial, ja! Entonces deambulando por la red encontré varios datos en blogs de gente que aparentemente sabe cómo se cocinan los gusanos de seda en granos de arroz… esos que te dan cátedras sobre cómo puedes enroscar un cubo en un cilindro y cosas así tipo Apolo 13 ( que es más o menos “Huston we have a problem”). Aconsejan estas doctas personas que descargue apps y plugins, que desmarque casillas que ponga barreras, que pague apps que juran ser la octava maravilla del mundo mundial, en fin, el santo grial del bloqueo de spam…pero de pago!. Debo decir con orgullo que los probé todos y no, en la confianza no está el peligro, está en creer que los ungüentos mágicos recomendados me servirían como elixir del control bots spam, y ahora mismo que les escribo estas palabras de desahogo, se me están registrando bots como si mi árbol fuera condominio social. Siguiendo las sabias recomendaciones de esos seres de luz que dictan normas cual Moisés desde el monte Sinaí, entonces tomé el camino largo y sinuoso de la frustración del seudo Webmaster… desactivé todo lo que pude, eliminé los formularios de registro, descargué Captchas y recaptchas y añadí plugins de todo lo conocido en este universo que "disque" bloquean a los bots, ¿y saben qué?... ¡No sirven!, ninguno de ellos. Frustración código 508 Frustración código nivel 409,421,429 y contando…seguro que habrá alguno que me dirá es que te faltó actualizar el plugin que dirige al código 506 y el servidor web te propone una alternativa de protección de esta forma y de aquella… Puro bla bla, los bots no respetan protocolo alguno, son como un cáncer de clústeres. En resumen, apreciados lectores y queridos bots, (ya no me queda de otra) no existen las páginas auto - administrables, tampoco existe la fórmula perfecta o la piedra filosofal en WordPress para eliminar el registro spam, puede que lo logren con toda la artillería pesada, pero como los drones de cubo Borg “se adaptan” y… resistirse es inútil”. Tecnología evolutiva La tecnología nos alcanza, nos supera y nos deja atrás como la versión obsoleta de la herramienta del mono que saca hormigas del hormiguero… aunque considero luego de todo este periplo por las recónditas cavernas de la red, que el mono no se ve afectado con el avance de la tecnología, en eso demuestran ser más avanzados y evolucionados que nosotros, Darwin estaba equivocado. Volveré y con la cola entre las piernas código 308. Y aquí me tienen... de regreso.

Como lo barato cuesta caro En este mundo cibernético que se mueve a pasos agigantados en todas direcciones, el ser humano común y corriente se ve arrastrado por las corrientes entrecruzadas de la red, la economía por su lado juega otro papel importante que muchas veces te obliga a tomar decisiones erradas, buscando la triada perfecta, es decir, la buena bonita y barata. Pero a veces, aunque resulte casi insultante, la cosa supuestamente buena no es ni tan bonita y sí muy barata, en tiempo de confinamiento y con los vaivenes de la economía muchas veces el temor, sí diría que el temor, es el más grande aliado y otras veces el enemigo, esa dualidad te acompaña cada día de tu vida. Las decisiones tomadas con temor nunca son buenas, una porque te apresuras tratando en salvar tu negocio que corres por las tres B, una ilusión que nos ha mantenido balanceados en una cuerda floja que creemos es sólida, solo porque en ocasiones muy especiales, la triada perfecta funciona, casi siempre en cosas como la comida la bebida o incluso la ropa, pero en el resto de cosas tangibles e intangibles no funciona así esa triada maravillosa, y te ves hasta el cuello confundido y estafado. Un ejemplo de la vida real Me pasó hace poco, no me lo van a creer, pero migré de un hosting de lujo con sede extranjera donde nunca tuve un solo inconveniente a uno local que parecía tener las tres B, pero a poco andar surgió un problema tras otro, desde el simple bloqueo de claves, hasta el ataque de los bots, solo por nombrar algunos. En el nuevo hosting (el de las supuestas tres B), el servicio post venta: malísimo, el camino para llegar a obtener respuestas exiguo y lento, preguntabas tres cosas y te respondían solo una, en circunstancias que eran tres preguntas complementarias. Les daré un ejemplo análogo sobre cómo era la post venta: Correo preguntado al hosting ¿A qué hora es el almuerzo dónde es el almuerzo y cuál es el menú del almuerzo?... Respuesta del hosting: es a las 14:00. Volví a ponerme a la fila en reiteradas ocasiones más para saber el resto de respuestas que pudieron darme en un solo correo. Luego de al menos cinco correos consecutivos logré que me dieran UNA a un correo con tres preguntas. En otro correo supe que el lugar era hermoso y en el quinto correo supe que el menú que estaba de rechupete ¿se entiende más o menos? ¡Me perdí el almuerzo! Este mal servicio nunca lo vi en el antiguo hosting (que no nombro porque no me paga publicidad), una sola vez hice una consulta y me han llamado por teléfono desde el extranjero (asumo vía IP) y me resolvieron hasta dudas existenciales. De los errores se aprende Es cierto que los vaivenes de la economía afectan un negocio, sobre todo el mío que tiene que ver con personas, viajes y propiedades, pero ciertamente ahorrar en cosas como la plataforma de tu negocio es una mala decisión. Hay servicios que son de alto costo, pero que a fin de cuentas son tu vitrina y como toda vitrina debe tener escaparates impolutos. Un servicio de hosting dominio y todo el etecé, no es barato; si buscas calidad buen servicio post venta, seguridad y confiabilidad, un buen dinero anual te costará, pero ten la seguridad que tu vitrina se mantendrá impecable y blindada, que en estos tiempos es indispensable. Con esto les resumo entonces que lo barato cuesta caro. ¡Sígueme para más consejos!